En el ajuste final de la red de 2025, la dificultad de minería de Bitcoin se fijó en 148,2 billones, frente a los 109,8 billones registrados el 1 de enero de 2025. Este aumento anual de alrededor del 35% refleja una mayor competencia entre mineros y una inversión sostenida en hardware más eficiente, pese a la volatilidad del precio de Bitcoin.

Bitcoin ha retrocedido desde un máximo de ciclo cercano a $125,000 y cotiza alrededor de $88,000 tras superar brevemente los $90,000, mientras el oro y la plata avanzan hacia nuevos máximos, según el artículo. El texto vincula esta divergencia con un patrón de mercado recurrente en el que el capital entra primero en activos defensivos como los metales preciosos y después rota hacia activos de mayor riesgo como las criptomonedas. Indicadores técnicos como un RSI en zona media de los 40 puntos, un volumen decreciente y un MACD en recuperación apuntan a una fase de consolidación más que a una ruptura bajista. Algunos ciclos anteriores mostraron fuertes repuntes de Bitcoin después de que los metales perdieran impulso.

Bitcoin cotiza en torno a los $90,000 hacia el cierre del año, con un último precio de $87,815 y una caída acumulada en el año de más del 6%, según los datos de mercado citados. Grandes instituciones y analistas presentan proyecciones muy dispares hasta 2026, que van desde un posible retroceso hasta $25,000 hasta objetivos de largo plazo de hasta $500,000. Estos escenarios reflejan visiones distintas sobre el papel de Bitcoin frente al oro, el entorno regulatorio, los flujos hacia ETF y la dinámica potencial de ciclos de auge y corrección.

Al inicio de la última semana de 2025, Bitcoin no logró consolidar los $90,000 como soporte, cotizando alrededor de $88,037 y acercándose al cierre de la vela anual. Indicadores de mercado mostraron volatilidad elevada tras un vencimiento de opciones por $24,000 millones y señalaron niveles clave de precio realizado cerca de $99,785. Las ballenas de Bitfinex llevaron las posiciones largas en BTC a su mayor nivel en casi dos años mientras se posicionan para 2026. Aunque acciones y metales preciosos marcaron nuevos máximos y el cripto se rezagó, la actividad spot de ballenas y los órdenes de gran tamaño apuntaron a demanda de acumulación, incluso con un retroceso de casi 40% desde el máximo histórico de $126,200 que mantiene la cautela.

Comentaristas del mercado señalan que se ha abierto una marcada brecha entre los partidarios de Bitcoin y los defensores de los metales preciosos tras un año de fuertes movimientos, con los retornos a largo plazo de Bitcoin frente al potente rally del oro y la plata. El analista Adam Livingston cita ganancias de aproximadamente 27,700% para Bitcoin desde 2015, frente a cerca de 400% en la plata y 280% en el oro, mientras críticos como Peter Schiff sostienen que los plazos más cortos arrojan otra lectura. Otros analistas destacan que factores macro, un dólar estadounidense más débil y expectativas de relajación de la Fed en 2026 están impulsando a los tres activos, sugiriendo que Bitcoin no necesita que el oro o la plata se desaceleren para volver a subir.

Según Axel Adler Jr., tres meses de datos on-chain muestran que las pérdidas realizadas de Bitcoin han bajado de una media móvil de 7 días de 2.4B de dólares a finales de noviembre a 0.5B de dólares, lo que supone una reducción del 80% respecto a los niveles de capitulación. El 21 y 22 de noviembre los z-scores alcanzaron 8.7–10.9 y las pérdidas diarias superaron los 5B de dólares, mientras que los repuntes posteriores con z-scores cercanos a 1–2 se consideran volatilidad normal más que un nuevo episodio de estrés, según el análisis. El beneficio/pérdida neto realizado sigue en negativo pero se aproxima a la línea de cero, que este estudio identifica como condición para una posible recuperación local si aparece nueva demanda.

El 29 de diciembre de 2025 a las 10:15, cobró fuerza un nuevo debate bajista sobre Bitcoin. En una publicación en línea del 28 de diciembre de 2025, Mike McGlone sostuvo que el repunte posterior a 2020 respondió a la abundancia de liquidez, que $50,000 sería un nivel de transición y que $10,000 podría actuar como ancla. También situó el riesgo de deflación como un viento en contra clave para los activos de riesgo.

Brian Armstrong, CEO de Coinbase, dijo en el pódcast Tetragrammaton con Rick Rubin que Bitcoin presiona a los responsables de política de EE.UU. para mantener la disciplina fiscal y puede reforzar la posición del dólar a largo plazo. Advirtió que, si la inflación supera el crecimiento, peligra el estatus de moneda de reserva, y señaló que el aumento de la deuda está llevando a algunos inversores hacia Bitcoin y el oro.